Karate

 

El joven practicante de artes marciales no solo se ejercita en un plano físico, también aprende a entrenar su espíritu con el objetivo de alcanzar una autodisciplina. De tal manera, su cuerpo y su mente se entremezclan con los principios éticos universales de la vida misma, dominando sus impulsos y conquistándose a sí mismo a través de una conducta íntegra y ejemplar.