¡En ti, siempre amado maestro!

Después de nuestra celebración  de la cena del Señor en donde recordamos que Jesús quiso quedarse entre nosotros, para recordarnos el infinito amor que tiene para con todos nosotros. Y como alimento para nuestra vida. Acompañamos al Señor durante la noche en el monumento que preparamos en el Templo de Nuestra Señora de la Consolación, en donde muchas personas pasaron momentos de oración y de encuentro en compañía de Jesús Eucaristía. Los diferentes grupos que conforman la vida pastoral en nuestra institución   animaron los momentos de oración. De esta manera hacemos memoria de los momentos que Jesús estuvo esperando a ser sentenciado a muerte y comenzar un camino con pasión por la Vida.